sábado, 15 de diciembre de 2007

::Trío de tres cuerdas::

"Conmigo acostúmbrate a las sorpresas", me había dicho Cristobal esa tarde. Y qué más dulce que un hombre preocupado, que te conquista literalmente todos los días? Sé que no debo comparar, pero mi ex era de esos novios "dejados", a los que las fechas no les importaba, que siempre estaba cansado y que su panorama ideal consistía en estar acostado mirando el techo... y repetir: tengo sueño. Hoy, después de todo lo que ha pasado en mi vida, me encuentro con uno de esos caballeros en peligro de extinción que dice con poesía cada palabra. "Anda preparada para pasarlo bien, es lo único que te puedo adelantar". "Por supuesto que sí", le contesto mientras los ojos se me iluminan.Me pasó a buscar, puntual como siempre, y cuál fue mi sorpresa al enterarme de que me llevaría al Teatro Municipal... romántico, no? Después de deleitarnos con un "Claro de luna" y compartir con algunos amigos de él que estaban también allí, nos fuimos a comer algo. Y sobre el pololeo? Ni pistas.No podía llegar a la casa, a la universidad o a la reunión mensual con mis amigas del colegio (que juraban de guata que esto sucedería) sin llegar con mi declaración de principios materializada. Pero, ¿ realmente importa? Lo siento más cerca que cualquiera de los hombres con los que he estado y huelga decir que la mayoría de mis amigas anduvo mínimo un mes antes de que estos "zorrullos", como llamamos a los hombres con la Jose, le pusieran nombre a la relación. Llevo 10 días desde nuestro primer beso y ya estoy desesperada... a veces me siento un poco vieja.
PAREN EL MUNDO QUE ME QUIERO BAJAR

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