sábado, 15 de diciembre de 2007

DÍA D

Hace tiempo que no estaba tan nerviosa... Cristobal no sólo conocería a mis papás sino que se quedaría almorzar con toda la familia! No me pregunten por qué, pero lo que más me estresa es lo que pueda pensar mi mamá del pololo de turno. Su opinión es fundamental... además, ya sabemos, más sabe el diablo por viejo... (y con el tiempo he aprendido que prefiero escucharla a que después me diga: tenía algo oscuro en la mirada, yo te dije María Pastora).Pero bueh, esta vez, no sólo sería el encuentro con el "yerno de invierno" (así lo bautizamos, primera vez que estoy in love en esta estación fría y fome de nuestra capital), sino que además, ES PARTE DE LA FAMILIA, sobrinos de mis padres, sangre de su sangre... Si esto fuera poco, Cristobal, no sólo no conoce a nadie de los Echenique... sino que su relación con su papá (primo de mi padre) es pésima.Sin embargo, los astros siguen de mi parte y se llevaron perfecto... para hacer todo más ameno, compartimos la preparación de la comida (todos en la cocina... mientras mi mamá interrogaba a Cristobal sobre todos los temas que se puedan imaginar: política, religión y sexo... no, eso no. No todavía. Y con mi papá tuvieron una onda muy especial... sentí que mi viejo se veía reflejado en este estudiante de derecho de 20 años menos. La comida estuvo riquísima y como suele pasar en mi familia, la conversación no faltó... después abandonamos al familión y nos relajamos con una de esas películas recién estrenadas...Es extraño, pero me parece como si lo conociera de toda la vida... hasta ahora, actúa como esos hombres que no quedan en la tierra, o por lo menos que sólo reconocemos en nuestros padres.Y hoy? Tiene una sorpresa para mí... mis amigas dicen que me va a pedir pololeo (llevamos tres semanas andando), otras que me va a llevar a conocer a su mal ponderado padre... ¿yo? No tengo idea, pero me encantaría que me mencionara las tres palabras mágicas. ¿Por qué tanto? Sí, soy una joven conservadora (aunque no lo demuestre frente a los demás) y me empiezo a sentir presionada con esto de no escucharlo decir: Quieres pololear conmigo?

No hay comentarios: